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Disco Indie Rock en Inglés del Año 2024

  • Foto del escritor: By Joshua
    By Joshua
  • 31 dic
  • 12 Min. de lectura

1.     Where’s My Utopia de Yard Act

Después de un primer álbum demoledor (el grandioso The Overload del año 2022), la crítica musical estaba lista para recibir el segundo trabajo de esta banda inglesa proveniente de Leeds, todos estábamos esperando este disco y no decepcionó en absoluto, ¿que hace Yard Act que vuelve tan adictiva su música? las respuestas están en todos y cada uno de los once temas que constituyen este trabajo, aquí hay coros disco al estilo de las bandas de los 70’s rodeados de un aura de bajos con arreglos disco en temas como We Make Hits (con una letra pretenciosa pero cumplidora), hay sampleos para rapear al más puro estilo de Cypress Hill en Down By The Stream (con la voz de James Smith que va de un rap espontáneo hasta unos versos agudos que narran realidades sin caer en el nihilismo), hay ejercicios vocales con coros pringosos que entran por los oídos y obligan a tararearlos todo el día como en Ann Illusion (con una introducción que parecía una mezcla de Blur con Beastie Boys), hay también demasiados episodios musicales con interludios bien construidos como en The Undertow (no es indie, eso es disco, del bailable, ameno, bien realizado, sin duda el tema musicalmente más completo del disco), o en ese tremendo tema llamado Dream Job (eltema más escuchado, no el mejor musicalmente pero si el que tuvo mayor alcance y que contiene un episodio de guitarras y arreglos de cuerdas al más puro estilo de KC & Sunshine), los músicos de Yard Act son impresionantes, pueden hacer baladas con intros de película de policías como en Fizzy Jizz (con un arreglo de bajo impecable obra de Ryan Needham), o guitarras llenas de distorsión y arreglos complejos como en When The Laughter Stops y un baterista con una habilidad pasmosa para cambiar de estilos como es Jay Russell, un disco que tiene todo eso y aún más, experimentos arriesgados como lo es el tema Grifter’s Grieft (construido en una base rítmica acelerada) o temas de conciencia social como en Blackpool Illuminations (donde una narrativa de un manifiesto va acompañado solo de algunos arreglos musicales que dura más de 8 minutos), una obra impecable, agradable, once temas que demuestran que con solo 4 grandes músicos se tiene un alcance musical de este tamaño, grande Yard Act.


2.     I Wanna Run Barefoot Through Your Hair de Cristopher Owens

Una vida de película, así podríamos definir y resumir el casi medio siglo de vida de este grandioso músico, una infancia marcada por nacer dentro de una secta (no es broma) y más reconocido anteriormente por pertenecer a la banda de culto Girls allá a inicios de los 2010, ahora que sobrepasa los 40 años dio la gratísima sorpresa con este su cuarto disco de larga duración y sin duda es una joya, una de esas rarezas que tiene lo que se busca en el momento musical indicado, desde el primer tema el increíblemente bueno No Good (con un alarde de técnica en la guitarra eléctrica) ya sabemos que este disco va a ser especial, no es solo la sinceridad de sus letras o lo emotivo de su interpretación o ese aire country en temas como Beautiful Horses (con un rango vocal desplegado con maestría, que no solo transmite nostalgia sino también esperanza y una letra llena de experiencias personales narradas hasta el paroxismo), la exploración de temas espirituales con un minimalismo y LoFi son su sello y los pone de manifiesto en canciones como I ThinK About Heaven (vaya tremendo tema, la guitarra acústica de puente sobre una guitarra eléctrica impregnada de trémolo y una percusión mínimamente exquisita) o en la semiacústica This Is My Guitar (con una letra introspectiva, sentimental, evocadora y sobre todo sincera), hay influencias del rock setentero al estilo Fleetwood Mac en canciones como White Flag y de letras muy al estilo de Bob Dylan como la ya citada This Is My Guitar y la maravillosa So (una balada lenta pero enormemente catártica y elegante), un disco que solo contiene una decena de temas que no son suficientes, es una obra de arte que nos deja con esa sensación de que debió de durar más y que encuentra su cenit en tres canciones, la muy atinada balada country Distant Drummer, o el minimalismo auténtico y poderoso de la destacable Two Words y definitivamente uno de los temas del año en la mejor pieza llamada I Know, uno de esos temas que se quedan grabados por siempre, un trabajo honesto, con ese sello LoFi que tanto encanta, orgánico, palpable, plausible, memorable y sobre todo, un reconocimiento de la vida a un artista que lo ha dado todo y que a sus 45 años está en plenitud de facultades musicales, de los mejores discos del año.



3.     Romance de Fontaines DC

Big fue la primera canción de su primer disco hace apenas 5 años (el extraordinario Drogel, del cual también se hizo una reseña en su tiempo) y se aprecia un arte diametralmente opuesto en apenas media década, atrás quedaron esas melodías rockeras furiosas de estos irlandeses, ahora hay baladas rock introspectivas con un aire de post punk como en Romance, unaa pieza un tanto opaca, otro tanto decadente, un tanto pretenciosa y otro poco llena de simbolismos,  tal vez la industria, el mainstream y sobre todo la fama los terminó por absorber, ya no hay tanta furia y mucho menos inventiva, pero lo que quedó como remanente de lo que una banda de rock indie puro debía de ser, se condensó, depuró y sobre todo pulió en toda la extensión de la palabra, esto queda de manifiesto en temas como la muy comercial pero efectiva Starburster (que fue lanzada muy acertadamente como sencillo), pasando por esa maravilla llamada Bug (vaya forma de iniciar un tema con un alarde técnico de melodías vocales acompañado de una simple guitarra acústica de cuerdas de nylon), hay temas donde la voz de Grian Chatten hace gala de virtuosismo con falsetes incluidos como en Here’s The Thing o donde la comunión de guitarras de Conor Curley y Carlos O’Donell se hacen presentes como en esa tremenda pieza llamada Death Kink, hay también momentos de parsimonia como en las emotivas Sundowner (uno de esos temas que no parecen ser de Fontaines, pero se agradece ese ejercicio sonoro), la banda ha evolucionado, desde ese sonido crudo de Dublín, de esa furia adolescente a temas más trascendentales como en la aclamada y genial In The Modern World (un tema redondo, complejo y completo, sin duda el mejor tema del disco) todo parece ser que Fontaines ya tiene un rumbo muy bien definido, un total reflejo de la voluntad de adaptarse a tiempos distintos a pesar de que apenas han pasado 5 años de su ópera prima, ahora están buscando trascender y madurar con su público, un paso natural de quienes tienen un rumbo ya vislumbrado, definitivamente un gran disco.


4.     Twice Around The Sun de Ugly

Seis canciones y menos de 40 minutos son suficientes para que este manifiesto sonoro de estos Londinenses hayan dejado huella en el año, se trata de un peculiar y no menos interesante proyecto de estos músicos británicos asentados en Cambridge, como si se tratara de la develación de un misterio, la primera canción es una odisea, The Wheel es uno de esos temas que puede provocar todo tipo de sentimientos, un intro coral arriesgado que dura más de dos minutos nos adentra en un frenesí de guitarras acústicas y coros extremadamente intenso, la banda formada por Samuel Goater en las vocales y guitarras, con un tono de voz que va desde lo agudo hasta tonalidades mucho más graves va empujando una pared de sonido formada por su guitarra y la de su comparsa Harrison Jones, la percusión a mil por hora de la batería de Theo Guttenplan acompaña a un arreglo de bajo elegante de Harry Shapiro, en este disco no hay sonidos al azar, el ruido es convertido en una obra de arte conceptual bajo la premisa de que cada elemento encaje de forma natural, en Sha repiten el ejercicio vocal mezclando voces y lírica minimalista, en Icy Windy Sky desarrollan una pieza que va de momentos tranquilos a frenéticos en segundos, aderezados por notas de pianos de Tom Lane, hay episodios más épicos y grandilocuentes como en Hands Of Man (con esos contrapuntos de guitarra extraordinarios), aquí hay demasiadas muestras de dominio armónico y melódico, un disco donde si lo que se busca es un deleite sonoro bien construido, complejo y que le va a exigir bastante bagage musical a quien lo escuche, definitivamente será un disco disfrutable de inicio a fin, ¿un disco pretencioso? Demasiado, pero es lo menos que se puede pedir de una banda que está demostrando que todo esta al alcance cuando se tiene semejante talento.


5.     All Hell de Los Campesinos!

De la ciudad de Cardiff en el País de Gales, una banda que lleva casi dos décadas en la escena y que ha tenido sus altibajos a lo largo de 18 años de tránsito en el dificil mundo del indie rock inglés, su música es un rock independiente de nicho, pocas personas dirán que tienen gusto por estos collages musicales llenos de elegancia y letras metafóricas, la voz de Gareth David Paisey es expresiva hasta el paroxismo, sus letras llenas de drama juvenil introspectivo y hasta decadente pero con humor negro son su sello, esto se hace patente en piezas como la inicial The Coin-Up Guillotine, la energía que despliegan en sus presentaciones dificilmente se captan en sus grabaciones pero en tracks como la energética The Order Of The Seasons esa esencia en directo es capturada casi en su totalidad (con otra letra tremendamente atinada, un temazo), este disco captó la atención tan pronto como fue lanzado, alcanzando lugares a los que esstos Galeses no están acostumbrados, pero que más da si su fanbase es leal y lo ha sido por años, tienen esa esencia de grupo indie de cepa y sus seguidores saben que su música es un producto ya consagrado, esto sse demuestra en canciones que se volvieron himnos adolescentes como A Phychic Wound (de los temas del año sin duda, esa asombrosa forma de hacer un happy punk toda una metáfora de la vida tiene enorme mérito), o la energética y llena de ritmo Moonstruck, incluso hay espacio para temas mucho más introspectivos como Kms (un tema entrañable, sentimentalmente puro y lleno de pasajes nostálgicos), la redención lleva tiempo, el sencillo 0898 Heartache fue de los primeros que salieron de este álbum y fue gratamente recibido por la crítica, de ahí este disco despegó hasta la estratósfera, si bien la música indie sigue casi siempre un camino lleno de empedrados y dificultades, han sucedido cambios de alineación, momentos difíciles como banda, disoluciones, pero ese espíritu y autenticidad que solo algunas agrupaciones pueden presumir del cada vez más extinto ambiente de lo independiente, Los Campesinos! Son de esos grupos que como da gusto verlos triunfando, lo merecen porque son honestos con lo que proponen, enorme séptimo disco de esta grandiosa banda.


6.     Being Dead de Eels

Quince discos y 35 años después tenemos otra obra maestra de este proyecto tan interesante y prolífico del grandioso Mark Oliver Everett, mejor conocido como Eels, sin duda su música es de culto, pasó de ser una casualidad agradable a tener una enorme legión de seguidores por esa asombrosa capacidad de creación que tiene y este disco no es la excepción, minimalismo y honestidad son las palabras para definir su música y estas dos cualidades están presentes desde el tema que le da título y abre el disco, la hermosa balada Time es una oda a lo simple, a las raíces, un arreglo de guitarras acústicas a las que tímidamente se añaden notas de arreglos de cuerdas, un poesía hecha canción, la voz de Everett siempre ha sido suave e icónica y potencializa ese peculiar estilo haciendo canciones que le acomodan para expresar sentimentalidad y nostalgia como en We Wont See Her Like Again, donde la introspección nos evoca lugares humanamente comunes como la esperanza, hay temas rockeramante más tradicionales como Goldy (con su voz filtrada y con cierto grado de distorsión) o en la hermosa balada rock I Can’t Believe It’s True, la conexión que siempre ha tenido con su fandom a partir de que Eels es de esas pocas bandas que son todavía de culto hace que aún los temas de menor alcance tengan incluso tintes épicos como en And You Run y en la maravillosa Sweet Smile, Eels es tan inagotable como necesario, tan elegante como universal, tan evocador como nostálgico, es un proyecto del que nunca nos vamos a cansar y este disco reivindica su posición dentro de un selecto grupo de músicos abrumadoramente geniales, temas como Let’s Be Lucky permiten incluso reflexionar sobre lo afortunados que somos con estar presentes.


7.     The Cleansing de Peter Perret

El otrora líder de la banda The Only Ones siempre ha sido conocido por ser un prolífico compositor, un connotado arreglista, un frontman de esos que se quedaron encapsulados en el tiempo y sobre todo poseedor una voz icónica, visceral, orgánica y que nos remite a una época pasada, a una era de la que ya solo quedan los restos que pocos se atreven a rememorar, su estilo es tan clásico que no creeríamos que es moderno, con estas credenciales personales, su tercer disco era esperado por todos, ya había roto el mercado independiente con sus dos trabajos anteriores y desde aquel lejano 2019 no había estrenado nada nuevo, una tercera placa llena de talento, veinte temas plagados de ritmo y de inventiva, desde el tema inicial, la maravillosa I Wanna Go With Dignity (un título tan propositivo como inteligente) nos narra una historia de orgullo musicalizada a la vieja usanza, dos guitarras, un bajo preciso y batería atinada, repite la misma fórmula pero con más agudeza en sus letras en otros temas como Fountain Of You, con una enorme profundidad emocional y una honestidad cruda en piezas intrincadas como Set de House On Fire, incorpora también elementos del pop melódico de los 80’s en temas como Do Not Resuscitet, Peter Perret a veces es comparado en su forma de escribir con Lou Reed, con un timbre de voz que semeja un poco a la del cantante de Velvet Underground, piezas como Less Than Nothing dejan ver esos parecidos, un largo y muy variado disco, veinte temas muy acertados, una obra que definitivamente nos deja con mucha expectativa para sus siguientes discos.


8.     What Do We Do Now? De J Mascis

Un blueprint de la guitarra indie y la garantía de un disco excelso es el que nos entregó este año el grandioso guitarrista norteamericano J Mascis, su solo nombre no necesita presentación, un portento de lo que debe de ser la música sin un gran sello discográfico, se aprecia la enorme nostalgia y parecido con su anterior banda (la entrañable y siempre independiente Dinosaur Jr) desde la canción que abre el disco Can't Believe We're Here hay una reminiscencia del pasado, una especie de puerta a una era que ya no existe donde Mascis era uno de nuestros héroes, han pasado ya muchos años pero aún tiene esa magia en la composición, desde baladas potentes como en Right Behind You o en la muy sentimental I Can't Find You, el cuarto trabajo de este artista anacrónico nos trae momentos mucho más intensos como en Old Friends y la efectiva y muy emotiva Hanging Out, las nnecesidades, fristraciones y sobre todo las letras que reflejan esa nostalgia por los 90’s e inicios del siglo son temas que Mascis aborda con soltura y maestría, un trabajo que nos deja más que claro que hay artistas que con una fórmula sincera y talento dejan una enorme huella en su legión de seguidores.


9.     Moon Mirror de Nada Surf

De aquel muy distante y totalmente perdido en el tiempo Nueva York de finales de los 90’s ya quedan muy pocas bandas, solo ellos y Yo La Tengo son sobrevivientes de una época muy remota de una escena que nos dio enormes grupos como Ivy, The Magnetic Fields, Luna y tardíamente Blonde Redhead, de esos ayeres quizás los más fieles a su sonido sea Nada Surf, una banda que mantiene raíces profundas con su estilo inicialmente de rock hasta un power pop melódico y siempre independiente, este año editaron su décimo disco de estudio que fue un suceso, desde canciones con una altísima carga emocional como Moon Mirror u otras donde no pierden esa esencia de energía desbordada pero con toques elegantes como In Front Of Me Now, la voz de Matthew Caws entona versos con una identidad sólida y reconocible en piezas como Losing o la muy introspectiva Floater, complementando el trabajo vocal con su entrañable pareja de la banda el bajista Daniel Lorca, en apenas once temas exploran musicalmente aspectos tan humanos como la soledad, el desapego y la melancolía como The Second Skin y la maravillosa The One You Want, Nada Surf es sobreviviente de una época distinta, una vieja banda que se mantiene fiel a sus principios, el mérito es hacer arte con la independencia a la que algunas bandas jamás renuncian.


10.  Foxing de Foxing

Cuando tantas críticas sobre un album son tan buenas se tienen demasiadas expectativas en el momento de ponerle play a la primera canción y eso es justo lo que sucedió con el cuarto disco de esta banda oriunda de Saint Louis, Missouri, a decir verdad, fue muy dificil agarrarle al hilo a un tema tan difícil como lo es Secret History, es de esos temas que podría pasar desapercibido debido a lo innecesariamente intensos que son los coros, esa estridencia se repite en Hell 99 y cuando estábamos a punto de rendirnos de tanta estridencia llegó la redención en forma de un tema de largo alcance, Spit es un tema obscuro para momentos obscuros, denso, pringoso, es como ir avanzando en un camino de brea cubierto de neblina, pero tiene demasiado poder, la voz de Conor Murphy va del lamento al grito en segundos, una potencia que es requerida para los muy intensos pasajes sonoros que contiene este álbum, en Greyhound esa luminosidad que apareció de repente al final del tema anterior se mantiene y deja ver que detrás de todo ese caos se esconde una banda que sabe componer elementos mucho más amenos, este tema junto con Barking están en el ecuador del disco, son como un eje a partir del que se despliegan las habilidades musicales desprovistos de tanta bruma, se aprecian esas guitarras mucho más limpias de Eric Hudson y el andamiaje de percusiones de Jon Hellwig y Brett Torrence, un disco que contiene una bipolaridad intrínseca, guitarras que van desde la estridencia la calma, se añaden letras que reflejan estados de ánimo opuestos, como en Looks Like Nothing o en la experimental Dead Internet, un trabajo que dividió opiniones, hay quienes lo consideran una obra maestra y quienes lo vemos más como un disco con buenos momentos rodeado de una tremenda sombra, a veces se agradecen estas obras que muestren ambos lados de la moneda musical, cada uno sabrá que etiqueta le pone, pero seguramente algo va a despertar en quien lo escuche, de ahí su encanto, escuchenlo bajo su propio riesgo.


 
 
 

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